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Limpiar sartenes de hierro

INSTRUCCIONES

¿CÓMO LIMPIARLAS EN CASO DE APARICIÓN DE UNA COSTRA EN LA SUPERFICIE?

Ante todo, entenderlo como algo normal y que es parte del curado de nuestra sartén de hierro fundido nueva. El producto está nuevo, de fábrica y necesita curtirse con el tiempo para dar lo mejor de sí. Si tenemos un horno moderno, podemos poner nuestra sartén dentro y aplicar el programa de lavado suave. Este programa tiene la fuerza suficiente para actuar sobre la sartén y despojarla de cualquier resto de comida. Una fez finalizado el programa, la podremos fregar con el estropajo convencional, untar en aceite y almacenar.
Sino tenemos la suerte de contar en nuestro horno con esta función, debemos recurrir a un ingrediente clásico pero igual que eficaz: La sal.
La sal gruesa es un mineral ideal para limpiar nuestras sartenes de hierro fundido. En granos grandes, su poder de absorción de impurezas es óptimo para nuestra sartén de hierro. A temperatura, cubrir la superficie de nuestra sartén con granos de sal gruesa cubriendo toda la base. A temperatura alta al principio y media/baja al final, calentamos la sal y vamos batiendo nuestra sartén de hierro fundido para que la sal entre por todas las partes. Veremos como empieza a tomar un color oscuro, signo de que está absorbiendo todas las impurezas que sobran de nuestra sartén de hierro. Repetimos el proceso las veces que haga falta hasta que notemos que la superficie de nuestra sartén de hierro fundido vuelve a ser perfectamente homogénea. Fregamos con estropajo y almacenamos.

CÓMO LIMPIAR LA SARTÉN CON SAL GRUESA

Cada tanto, debemos hacer la limpieza con sal gruesa. Esto es lo que se concoce como una limpieza a fondo de todas las impurezas y restos que pueden quedar en nuestra sartén de hierro con el uso por un tiempo prolongado. Digamos que si la utilizamos una vez por día, este tipo de limpieza es recomendable hacerla cada tres meses.
Consiste en tirar un puñado generoso, que cubra toda la base de la sartén y con un grosor de medio dedo aproximadamente. Calentamos la sal a fuego lento y la removemos con ayuda de un utensilio cada tanto. Veremos como la sal se empieza a poner oscura. Esto es porque está absorviendo todas las impuresas. Debemos continuar hasta que toda la sal esté bien oscura. Apagamos la fuente de calor y dejamos reposar hasta que se enfríe. Fregamos normalmente y untamos la correspondiente capa de aceite sobre toda la sartén de hierro y ya está lista para guardar.

Limpiar sartenes de hierro